lunes, 25 de febrero de 2008

BENEDETTI


"Tú lo dijiste,
nuestro amor fue desde siempre un niño muerto,
sólo de a ratos parecía que iba a vivir,
que iba a vencernos,
pero los dos fuimos tan fuertes,
que lo dejamos sin su sangre,
sin su futuro,
sin su cielo.
Un niño muerto,
sólo eso,
maravilloso y condenado,
quizá tuviera una sonrisa
como la tuya dulce y honda,
quizá tuviera un alma triste,
como mi alma,
poca cosa,
quizá aprendiera con el tiempo a desplegarse,
a usar el mundo,
pero los niños que así vienen,
muertos de amor,
muertos de miedo,
tienen tan grande el corazón,
que se destruyen sin saberlo.
Tú lo dijiste,
nuestro amor fue desde siempre un niño muerto,
y que verdad dura y sin sombra,
que verdad fácil y qué pena,
yo imaginaba que era un niño
y era tan sólo un niño muerto.
Ahora ¿que queda?
Sólo queda medir la fe y que recordemos,
lo que pudimos haber sido para él,
que no pudo ser nuestro.
¿Que más?
Acaso cuando llegue un veintitrés de abril y abismo,
tú donde estés,
llévale flores,
que yo también iré contigo".
Benedetti

No hay comentarios: